4.1.12

Carta de un arquitecto español que vive en China

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 AVS Alumnos Viajeros
Shangai, 3 de enero de 2012
Estimados arquitectos españoles que vivís en China,
Cada uno tiene sus motivos para haber salido de España. Por mi parte pienso que los arquitectos españoles que vivimos lejos no podemos quejarnos porque no haya suficiente trabajo en nuestro país. Por el contrario creo que somos unos afortunados, y que la crisis ha sido una oportunidad o si me apuras una buena excusa, para en realidad hacer lo que queremos.
Además elegir un país en vías de desarrollo frente a un país del primer mundo, hace que esta experiencia sea especialmente enriquecedora, y lo que puede ser visto como un problema, para mí sin embargo tiene muchas ventajas. Por supuesto que el nivel de la Arquitectura es muy bajo, China es un país pobre y el que busque unas condiciones de excelencia debería ir a otros países como por ejemplo Japón o Suiza. Pero aquí suceden otras cosas muy interesantes.
Para mí en China se dan dos situaciones que me motivan especialmente. La primera es vivir en un contexto totalmente diferente y que aparentemente no existe pues es un país que se está transformando constantemente, como me dijeron una vez, para qué vamos a hacer una maqueta de situación si rápidamente se va a cambiar todo. Sin embargo todos pasamos por un choque cultural enorme, prueba de lo fuerte que es, y del que tantas cosas aprendemos. Y viceversa, la segunda ventaja que encuentro es la labor didáctica que ejercemos, pues los chinos, aunque por naturaleza siempre traten de quedar encima y ganarnos, en realidad nos contratan porque quieren aprender de nosotros, y ejercer esta forma de docencia de manera velada resulta muy gratificante, si se es consciente de ello.
Vemos a diario que el proceso de cambio se basa en demoler y construir de nuevo, en un círculo vicioso tan insostenible como sin sentido. O que hay una inmensa mayoría que piensa que las ciudades hay que diseñarlas para los automóviles, no hay más que tratar de cruzar un paso de cebra para darse cuenta de ello, cosa por otro lado nada extraña si pensamos que hace 10 años no tenían apenas coches. Son dos ejemplos donde realmente podemos ayudar a cambiar algo las cosas desde dentro, y aunque aparentemente no nos hagan caso, bueno es que nos oigan decir que el edificio más sostenible es el que ya está construido o tratar de sacarles de la cabeza el nefasto modelo americano del centro comercial y el coche para todo, pues somos una referencia importante para ellos, aunque a veces no nos lo quieran mostrar claramente.
Y es por todo ello que aún en el peor de los casos, y lo digo después de haber pasado 4 meses viviendo de hotel en hotel, el tira y afloja entre lo que recibimos y lo que damos, en mi opinión resulta más interesante que en otros contextos más familiares como puede ser otro país europeo, y en el balance entre ambos, estoy convencido de que siempre salimos ganando.
Y no podemos olvidar que los arquitectos españoles fuera de España no solo nos representamos a nosotros mismos como individuos, también al colectivo al que pertenecemos, y dada la excelente formación que hemos recibido, y siendo todos Master aunque no tengamos el título que sí los créditos, os animo a defender y cuidar este oficio y especialmente aquí en China, pues si no empezamos por hacerlo nosotros mismos, después no podremos pedir a la sociedad que ella también lo haga.
Desde Shangai os deseo un magnífico año del dragón 2012 en China, un fuerte abrazo,
Manuel Sánchez-Vera

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